Hablamos de la eficacia probatoria de la grabación realizada en una cámara de seguridad de actos delictivos como el hurto o el robo. Debemos saber que aunque creamos que el autor de un delito queda perfectamente identificado como culpable de la comisión del mismo mediante la grabación de la cámara de vigilancia, podemos encontrarnos con que dicha grabación no sea una prueba de suficiente contundencia para que la presunción de inocencia que asiste a toda persona acusada quede anulada.

Es de suma importancia que las condiciones de la grabación sean óptimas, siendo necesario un visionado claro y nítido de las imágenes para poder identificar al acusado como autor de un acto delictivo.

Por otra parte, si el visionado de la cámara no es lo suficientemente claro, podrá ser utilizado como medio de prueba, pero es bastante probable que por sí solo no sirva para determinar la culpabilidad del acusado. En este caso será necesario que está prueba sea complementada con otros medios probatorios, como por ejemplo la declaración de las personas que en su día denunciaron los hechos en su condición de encargadas de la seguridad de un establecimiento, o de dueños de una vivienda, o bien la declaración de los agentes de la autoridad que acudan al lugar tras ser requeridos para ello. También es conveniente que se practique una prueba pericial antropomórfica que sirva para acreditar que la persona que aparece grabada es la misma que aquella a la que se le atribuye un delito teniendo en cuenta sus rasgos faciales y demás características antropomórficas.

No obstante, la jurisprudencia no llega a sentencias condenatorias cuando los responsables de la seguridad de una empresa o establecimiento han identificado a una persona como responsable de unos hechos delictivos, y sin embargo la grabación de la cámara ofrece dudas cuando la calidad de la misma no es buena. A menudo, dichas sentencias suelen requerir que exista además de la grabación de la cámara, el testimonio de una persona que haya identificado al culpable de forma presencial, es decir, habiendo coincidido en tiempo y lugar con el mismo.